jueves, 7 de abril de 2011

ORGANISMOS HABITABLES - JJRH


Durante todos los años de existencia del planeta Tierrra, la naturaleza y los seres vivos se han adaptado al medio natural cambiando su composición genética a lo largo del tiempo. Así, se ha perfeccionado de forma natural la estructura genética y celular de cada elemento.
Si partimos del ser humano, podemos hablar de la mayor máquina existente en este planeta, cuyas celulas funcionan por impulsos electromangéticos y mantienen en conexión todas las partes del cuerpo. Así pues, el mayor organo de esta máquina es la piel, la cual permite el contacto con el mundo exterior y darnos respuestas de la realidad. Además, este organo posee una serie de características físicas que dotan al cuerpo de seguridad ante diferentes agentes externos y permiten movilidad y protección al mismo tiempo (características como la elasticidad, la dureza, etc...).
Son todas estas características de la piel las que un edificio autosuficiente necesitaria para llegar a serlo algún día completamente. Estudiando la estructura celular de diferentes tipos de piel y sus características podemos acercarnos a la idea de edificios autorregeneradores, protegidos del medio y sus agentes, autosuficientes energetica e higienicamente, adaptables elásticamente al movimiento y a las distintas posibilidades estructurales, capaces de reaccionar frente al clima y aprovecharse del mismo, etc. Para llevar a cabo estas acciones de forma inteligente, nos influiriamos de las distintas capas que tiene la piel capaces de detectar el frio, el calor, la presión, el tacto... y de las capas protectoras y vias de alimentación para el mantenimiento de dichos edificios.

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